En hacer una jugada donde se marque el comienzo, tal vez de un principio o un final.

El sentimiento de ser dejada atrás dice que la soledad llega a torturarme, ni la ilusión llega con tu último cambio de aroma.
Nuestro distante tacto invita a suicidar, cortar ese lazo, utilizar la razón y dejar por pasado, sin embargo creo que hay mucha sangre por derramar, que si de cortar se tratara, el miedo a tal desorden y a perder tanto en un grado que pudiera llamársele desperdiciar se tornaría en frustración y llanto.

Mi frustración en este momento basta para confundírsele con combustible, en suficiente cantidad para quemar una ciudad, y entre otra, se dividen clases, distancias, sentimientos y verdades, las cuales no son, ni serán correspondientes a las que seré capaz de expresarte.

Perdóname por ello, pero es en media desesperación cuando no puedo ocultar mis sentimientos… solo por hoy.